

STORY
1
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3
Actuar Juntos
La región puede unirse para abordar pérdidas y daños, aprovechar la movilidad y construir consenso.


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La región puede unirse para abordar pérdidas y daños, aprovechar la movilidad y construir consenso.


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La región puede unirse para abordar pérdidas y daños, aprovechar la movilidad y construir consenso.
Se necesita acción colectiva en la región.
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La Iniciativa de Movilidad Climática del Gran Caribe busca movilizar a actores regionales e internacionales —desde gobiernos y organizaciones intergubernamentales hasta el ámbito académico y las instituciones especializadas, el sector privado, la sociedad civil y las comunidades de base— para desarrollar una comprensión, una narrativa y una agenda de acción comunes sobre la movilidad climática en la región.
El informe Greater Caribbean Shifts documenta las realidades actuales de la vulnerabilidad climática y el desplazamiento tal como las experimentan las comunidades afectadas. Presenta posibles escenarios futuros para la movilidad climática dentro de los países y entre ellos. Utiliza esta evidencia para argumentar la necesidad de planificar con antelación la movilidad climática. Los gobiernos deben integrar la movilidad climática en las estrategias regionales, nacionales y locales de adaptación y desarrollo resiliente, incluso a través de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional y los Planes Nacionales de Adaptación. Al permitir que las personas participen en las decisiones sobre su futuro —ya sea adaptándose en su lugar o reubicándose con dignidad—, los gobiernos pueden promover trayectorias de adaptación positivas para sus países y comunidades. El acceso al conocimiento, a los derechos y a los recursos es clave para garantizar la capacidad de adaptarse en el lugar o de reubicarse con dignidad.
Los países de toda la región pueden aprovechar la movilidad climática para adaptarse y desarrollarse bajo la presión del cambio climático mediante la inversión en resiliencia e instituciones sólidas. Al trabajar juntos en torno a una agenda común de acción en foros regionales, los países del Gran Caribe podrán posicionar sus prioridades compartidas en la agenda global. Pueden asumir el liderazgo en el impulso de reformas estructurales que pongan a disposición más recursos para la adaptación climática y que establezcan normas que protejan el derecho de las personas a permanecer, así como garantizar vías de movilidad climática regulares, seguras y dignas para quienes se desplacen.
La Iniciativa de Movilidad Climática del Gran Caribe busca movilizar a actores regionales e internacionales —desde gobiernos y organizaciones intergubernamentales hasta el ámbito académico y las instituciones especializadas, el sector privado, la sociedad civil y las comunidades de base— para desarrollar una comprensión, una narrativa y una agenda de acción comunes sobre la movilidad climática en la región.
El informe Greater Caribbean Shifts documenta las realidades actuales de la vulnerabilidad climática y el desplazamiento tal como las experimentan las comunidades afectadas. Presenta posibles escenarios futuros para la movilidad climática dentro de los países y entre ellos. Utiliza esta evidencia para argumentar la necesidad de planificar con antelación la movilidad climática. Los gobiernos deben integrar la movilidad climática en las estrategias regionales, nacionales y locales de adaptación y desarrollo resiliente, incluso a través de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional y los Planes Nacionales de Adaptación. Al permitir que las personas participen en las decisiones sobre su futuro —ya sea adaptándose en su lugar o reubicándose con dignidad—, los gobiernos pueden promover trayectorias de adaptación positivas para sus países y comunidades. El acceso al conocimiento, a los derechos y a los recursos es clave para garantizar la capacidad de adaptarse en el lugar o de reubicarse con dignidad.
Los países de toda la región pueden aprovechar la movilidad climática para adaptarse y desarrollarse bajo la presión del cambio climático mediante la inversión en resiliencia e instituciones sólidas. Al trabajar juntos en torno a una agenda común de acción en foros regionales, los países del Gran Caribe podrán posicionar sus prioridades compartidas en la agenda global. Pueden asumir el liderazgo en el impulso de reformas estructurales que pongan a disposición más recursos para la adaptación climática y que establezcan normas que protejan el derecho de las personas a permanecer, así como garantizar vías de movilidad climática regulares, seguras y dignas para quienes se desplacen.
La Iniciativa de Movilidad Climática del Gran Caribe busca movilizar a actores regionales e internacionales —desde gobiernos y organizaciones intergubernamentales hasta el ámbito académico y las instituciones especializadas, el sector privado, la sociedad civil y las comunidades de base— para desarrollar una comprensión, una narrativa y una agenda de acción comunes sobre la movilidad climática en la región.
El informe Greater Caribbean Shifts documenta las realidades actuales de la vulnerabilidad climática y el desplazamiento tal como las experimentan las comunidades afectadas. Presenta posibles escenarios futuros para la movilidad climática dentro de los países y entre ellos. Utiliza esta evidencia para argumentar la necesidad de planificar con antelación la movilidad climática. Los gobiernos deben integrar la movilidad climática en las estrategias regionales, nacionales y locales de adaptación y desarrollo resiliente, incluso a través de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional y los Planes Nacionales de Adaptación. Al permitir que las personas participen en las decisiones sobre su futuro —ya sea adaptándose en su lugar o reubicándose con dignidad—, los gobiernos pueden promover trayectorias de adaptación positivas para sus países y comunidades. El acceso al conocimiento, a los derechos y a los recursos es clave para garantizar la capacidad de adaptarse en el lugar o de reubicarse con dignidad.
Los países de toda la región pueden aprovechar la movilidad climática para adaptarse y desarrollarse bajo la presión del cambio climático mediante la inversión en resiliencia e instituciones sólidas. Al trabajar juntos en torno a una agenda común de acción en foros regionales, los países del Gran Caribe podrán posicionar sus prioridades compartidas en la agenda global. Pueden asumir el liderazgo en el impulso de reformas estructurales que pongan a disposición más recursos para la adaptación climática y que establezcan normas que protejan el derecho de las personas a permanecer, así como garantizar vías de movilidad climática regulares, seguras y dignas para quienes se desplacen.